"Como flotando sobre la línea del horizonte, azuleaban a lo lejos muchas otras montañas", Enric Valor

22 de febrero de 2011

Olocau - Masía de la Hoya - Molino La Ceja - Gátova IBP84

Ruta en bici 830144 - powered by Bikemap 


El Domingo nos dispusimos a darle otra vuelta de tuerca más a nuestra conocida Sierra Calderona a base de enlazar puntos emblemáticos de la misma sin repetir itinerarios.
Salimos puntuales desde la Urbanización de la Torre de Porta Coeli y nos adentramos en la Sierra siguiendo el Barranco de Pedralbilla. Entretenido recorrido que alterna llanos con subidas cortas pero intensas y hasta alguna trialera muy escondida en descenso. Así llegamos a la carretera que une Olocau con Bétera para hacer un par de kilómetros por el carril bici.
Una vez en Olocau atravesamos el pueblo por el mismo centro pasando al lado de un puesto de chocolate con churros donde un envidiado biker renovaba energías.
Ahí se acababa lo bueno. Tomamos el camino junto al Barranco del Frare para llegar a la fuente del mismo nombre. El camino, en algunos tramos hormigonado para favorecer la adherencia, tiene repechones que fácilmente superan el 15% de desnivel en algunos tramos. A la marcha vamos ascendiendo poco a poco y entrando en calor rápidamente. Retorcidas curvas que abrazan la montaña nos elevan a paso de tortuga, tirando de plato pequeño hasta la cima.
Una vez arriba vertiginoso descenso junto al Barranco del Sentig para llegar al Barranco de la Olla, donde termina el descenso y comenzamos a ganar altura de nuevo. En este tramo hay puntos realmente duros, siempre en camino de tierra, que hay que trazar con paciencia para coger la rodada buena y no perder el equilibrio.
Tras un rápido "almuerzo" ponermos rumbo a la Masía de la Hoya, antiguo poblado Morisc. Se alternar subidas y bajadas sin tregua para llanear hasta alcanzar el Barranco de la Gascona que atravesamos para adentrarnos en una zona de bosque cerrado de pinos con una senda casi visible para cualquier biker que ruede por la zona.
Empezamos a rodar por la senda en sentido ascendente pero llevadero, para bajar, subir, bajar, subir y divertirnos de lo lindo en algunos tramos. En otros nos toca poner pie a tierra porque el desnivel es considerable y el estado del pavimentos no apto para nosotros. En otros tramos, aunque subidos en la bici, peleamos con la cerrada vegetación que invade literalmente la minisenda que queda.
Esta senda ya la hicimos en sentido contrario y en ambos casos tiene sus pros y sus constras. A mí me gusta más en este sentido, es más llevadera y se patea menos, aunque la traca final sea dura, durísima.
Tras abandonar la senda a la altura del Barranco de Cardaire tomamos un camino en buen estado rodeado de almendros en flor, espectaculares. Es ahí donde comienza la traca final. Un corto pero explosivo ascenso en camino hormigonado que asciende hasta el Molino de la Ceja ya en término de Gátova. El ascenso se hace muy duro con lo que ya llevamos acumulado pero retorciéndonos encima del sillín coronamos y disfrutamos de las espectaculares vistas sobre Gátova.
La idea desde ahí era volver al inicio por la Masía de Tristán, pero por falta de tiempo decidimos volver por asfalto vía Marines Viejo, Olocau y Urbanización Torre de Porta Coeli.



15 de febrero de 2011

De Valencia a Porta Coeli por el Monte Picaio. IBP86

Ruta en bici 823161 - powered by Bikemap 

Tras un parón de una semana, decidimos para esta ocasión continuar probando las rutas propuestas por Jonhoa con origen desde Valencia, puesto que queríamos coger algo de fondo con los kilómetros de llano, pero sin perder nuestra habilidad montañera.
En esta ocasión, para mantener cierta fidelidad con nuestra Calderona natal, optamos por probar las rampas del Monte Picaio, Penyes de Guaita y del Pic de L’Aguila. No obstante, aunque la ruta estaba preparada para regresar a Valencia, nosotros cambiamos el punto final y la diseñamos para regresar a Torre Porta Coeli.
Así pues, tras hacer una de Jaimito (Pili y Mili estuvimos unos 10 minutos dando vueltas por el Palau de la Música tratando de encontrarnos), serpenteamos brevemente por Valencia para llegar al punto de inicio de nuestra ruta: El inicio de la Via Xurra.
Siguiendo el trazado de esta antigua via de trenet, surcamos la huerta de Alboraya y sobrepasamos las poblaciones de Meliana, Albalat de Sorells, Museros , Massamagrell…etc para llegar a Puçol.
Allí, abandonamos la dirección que estábamos siguiendo hasta ese momento, para girar 90º y poner rumbo a la urbanización Alfinach (es la primera urbanización que conozco con certificado ISO según pone en la entrada!). Si bien hasta ese momento, habíamos devorado los kilómetros aprovechando el poco desnivel, en cuanto entramos en la urbanización, la cosa comenzó a ponerse más seria y a picar para arriba.
Poco a poco, a medida que íbamos entrando por la urbanización, comenzábamos a ver las rampas que nos esperaban y así, sin más, en cuanto dejamos de lado los últimos chaletazos de esta lujosa urbanización, nos encontramos de morros con la primera pared que iba a probar nuestra resistencia.
Con paciencia, plato pequeño y jugando bastante con los piñones, conseguimos escalar los apenas 4 kilómetros (que nos harían pasar de unos 100 m sobre el nivel del mar a 350 aprox) y coronar la cima del Picaio.
La fantástica vista del sitio, así como un reponedor mini almuerzo, nos permitieron recuperar el aliento y proseguir con energía la ruta, camino a nuestro siguiente punto: El Monasterio de Santo Espíritu (donde por cierto, debe haber un sitio estupendo para almorzar decenas de btt’s estaban aparcadas en un bareto poco antes de llegar al Monasterio).
Tras un par de fotos para ilustrar la crónica, dejamos atrás el monasterio y proseguimos siguiendo las huellas del GR-10, las cuales las abandonamos tras unos 2 km para enfilar la última dificultad seria de la jornada, El Pico del Águila.
Supongo que uno no siempre tiene en su memoria todas las rutas que ha hecho, pero la verdad es que se me había olvidado esta incómoda ascensión y los repechones que nos aguardaban en sus 4km de rampas. Sin embargo, el que parecía resucitado y repleto de energía era Motibiker, que dio toda una lección de poderío durante la subida a este pico. Una vez coronado el Pico del Águila, emprendimos la vertiginosa y pedregosa bajada que nos iría aproximando poco a poco a las urbanizaciones de Náquera y finalmente al pueblo.
Es en esos momentos (cuando llevas algo más de 40 Km y todavía te quedan unos 10Km para llegar), cuando el hecho de conocer el camino de vuelta, hace algo más espesa la parte final de cualquier ruta, puesto que hay algún repecho trampa todavía y sabes muy bien que las fuerzas ya flaquean….
Pero bueno, el secreto de cualquier biker es saber sufrir sobre la bici y aunque sea remando o poniendo piñones que no utilizarías en condiciones normales, consigues ir sobrepasando lo kilómetros y divisar cada vez más cercano, el penúltimo punto clave de nuestra jornada, los merenderos de Porta Coeli…
Casi oliendo ya la comida, regresamos a la urbanización Torre Porta Coeli por el camino de la Torreta, donde para nuestra sorpresa volvía a haber un charco de los que el año pasado escribimos líneas y líneas!!!



En nuestras salidas, además de hablar de ti, tambien hablamos de esta gente...

1 de febrero de 2011

La Muela de Jérica y el Alto Palancia IBP 68BB

Bonita y recomendable ruta tomada del blog de nuestro compañero farnau. Muchas gracias por tan grato descubrimiento.

Ruta en bici 808675 - powered by Bikemap 


Conocedores éramos de la belleza paisajística de la zona que nos tocaba explorar el pasado domingo, pero impresionados volvimos de la ruta realizada. Partiendo del Polígono Industrial "La Esperanza" de Segorbe, junto a la Ermita del mismo nombre, tomamo la vía verde durante cinco kilómetros totalmente llanos. A la altura del Barranco de Mataburro abandonamos las delicias de dicha vía para comenzar un ascenso durante 10 kms (del PK5 al PK15) para salvar unos cuatrocientos metros de desnivel por camino-pista en buen estado y zonas llanas intercaladas que permiten recuperar el aliento, aunque las suaves rampas no hacen para nada duro este ascenso. El camino del Alto de la Cruz por el que transitamos nos lleva a lo alto de la Muela de Jérica donde nos detenemos para contemplar las vistas que nos brinda la altura ganada. Impresionantes montañas nevadas al fondo agrandan la belleza de las mismas.
El descenso por camino en buen estado igualmente aunque con un poco más de pendiente. Harina de otro costado sería hacer la ruta al revés. ¿Por qué no?. El descenso nos deja en un camino asfaltado al borde del Río Palancia que seguimos aguas arriba para poder pasar al otro lado donde enlazamos con una divertida senda adentrándonos en un bosquecito. Cruzamos una acequia con abundante caudal para tomar unos caminos señalizados por el Centro BTT local //el cual desconocíamos//. El camino nos lleva ahora aguas abajo, al otro lado del Río Palancia hasta llegar a una chopera en los aledaños de Viver, donde paramos a repostar y a admirar el paraje. Retomamos el camino para, tras un duro y cortísimo ascenso por pista hormigonada dar vista a Viver, donde ni paramos, para tomar una senda divertidísima, con toboganes al borde del río Palancia, fiel compañero desde ahora hasta el final de la ruta. Así, embelesados y cada vez más calentitos por el sol que se hizo de rogar, llegamos a Jérica para, sin entrar al pueblo, darle la vuelta al núcleo urbano por una senda al borde de las hoces donde es práctica habitual la escalada. Atravesamos una zona de recreo, otra más, para tomar un camino asfaltado que con continuos ascensos y descensos nos lleva hasta la vía verde de nuevo que ciclamos durante un par de kilómetros. La abandonamos para adentrarnos en una frondosa senda pero ancha que nos deja en el mismo pantano del Regajo que cruzamos por su misma presa.
De ahí, paralelos al Río Palancia y a través de una senda llegamos al paraje del Salto de la Novia, tan transitado como impresionante, paramos de nuevo a retratar tal belleza. Siguiendo la senda señalizada como sendero local, llegamos un camino asfaltado que enlazando con una carretera nos devuelve al coche en continuo ascenso, que aunque no es duro, se hace un suplicio después de 50 kilómetros de ruta.
El buen sabor de boca y los impresionantes parajes recorridos nos emplazan a seguir explorando rutas por esta zona. Cualquier sugerencia de los lectores será bien recibida y disfrutada!