Hacía ya tiempo que me rondaba en la cabeza la idea de rizar el rizo en la Calderona y eso fue lo que hice. Rizar el rizo en la Calderona y subir todo lo que se puede subir en menos de cinco horas y media. La ruta empezó la noche de antes con un concierto de versiones de The Velvet Underground en el Electr-o-Pura seguido de otro concierto en el Lococlub de nuestros más que amigos Osip Brik.
Así, con alguna cerveza de más y una hora de menos me ponía a ciclar por la Sierra Calderona a eso de las 8:00 a.m. No era el único que había vencido el sueño que da dormir una hora menos, puesto que numerosos bikers se veían por los caminos de la Calderona, si bien es cierto, que evitando los caminos más transitados puedes encontrar lugares no tan saturados. La subida a Tristán la hice por el Camino de la Font de la Gota. Un camino roto con repechos durísimos que termina con una subida continuada antes de llegar a Tristan.
De Tristán ponemos rumbo a Rebalsadors haciendo parada en la Font del Poll para recargar energía y afrontar el segundo escollo del día. La subida a Rebalsadors. No es dura, aunque se me hiciera eterna con el viento en contra en toda la subida. Eso sí, bajé como los ángeles.
De Rebalsadors puse dirección al Sierro. Bajada rápida hasta la Prunera donde tomamos el desvío para comenzar a ascender al Sierro. Esta vez del tirón, sin poner pie a tierra en ningún momento, pese al viento en contra de nuevo que hizo que me tambaleara más de una vez. El Sierro tiene rampas que llegan casi hasta el 21% de desnivel. Esta subida tenía un aliciente más si cabe. Además de intentar mantener el equilibrio en un camino roto lleno de bolos que amenazan tu estabalidad, has de superar rampas del 20% y mantenerte en pie con el viento en contra, que a esas alturas y lo poco resguardado que estás, pica, pues además, debía de mantener las pulsaciones a todo. Tan solo me olvidé del pulsómetro en el tramo de pendiente del 20.6%, en el resto de la subida, además de superar las rampas de 14, del 9, del 13, del 9, etc... mantuve las pulsaciones dentro de los márgenes "normales". Orgullosísimo de haber ascendido sin plantar pie a tierra, deshice el camino andado haciendo fotos de un par de puntos conflictivos puse dirección a la Font de la Ombría donde descansé un poco para afrontar el penúltimo escollo de la etapa del día. La subida al Alt del Pí. Durísima pero asfaltada. Así pues poco a poco vas haciendo camino a no más de 5 kms/h para ascender hasta arriba, con un tramo final durísimo. Los ánimos de un lugareño desde su todo terreno al principio del puerto me dieron alas. Luego me estaba esperando arriba... "con dos coj*ones, así, así, te has llevado el premio de la montaña"
Descendí el Alt del Pí, busqué el Castell de Serra y desde ahí a la población de Serra. Puse rumbo a Potrillos salvando las calles hormigonadas con un durísimo desnivel. Desde Potrillos a Porta Coeli coser y cantar por unos caminos donde se transita sin dificultad y se disfruta de las vistas con la Cartuja de fondo.
Al final 1.799 metros de desnivel según IBP y 1.650 metros según el GPS. Durísima pero agradecida la ruta!