Tras un parón de una semana, decidimos para esta ocasión continuar probando las rutas propuestas por Jonhoa con origen desde Valencia, puesto que queríamos coger algo de fondo con los kilómetros de llano, pero sin perder nuestra habilidad montañera.
En esta ocasión, para mantener cierta fidelidad con nuestra Calderona natal, optamos por probar las rampas del Monte Picaio, Penyes de Guaita y del Pic de L’Aguila. No obstante, aunque la ruta estaba preparada para regresar a Valencia, nosotros cambiamos el punto final y la diseñamos para regresar a Torre Porta Coeli.
Así pues, tras hacer una de Jaimito (Pili y Mili estuvimos unos 10 minutos dando vueltas por el Palau de la Música tratando de encontrarnos), serpenteamos brevemente por Valencia para llegar al punto de inicio de nuestra ruta: El inicio de la Via Xurra.
Siguiendo el trazado de esta antigua via de trenet, surcamos la huerta de Alboraya y sobrepasamos las poblaciones de Meliana, Albalat de Sorells, Museros , Massamagrell…etc para llegar a Puçol.
Allí, abandonamos la dirección que estábamos siguiendo hasta ese momento, para girar 90º y poner rumbo a la urbanización Alfinach (es la primera urbanización que conozco con certificado ISO según pone en la entrada!). Si bien hasta ese momento, habíamos devorado los kilómetros aprovechando el poco desnivel, en cuanto entramos en la urbanización, la cosa comenzó a ponerse más seria y a picar para arriba.
Poco a poco, a medida que íbamos entrando por la urbanización, comenzábamos a ver las rampas que nos esperaban y así, sin más, en cuanto dejamos de lado los últimos chaletazos de esta lujosa urbanización, nos encontramos de morros con la primera pared que iba a probar nuestra resistencia.
Con paciencia, plato pequeño y jugando bastante con los piñones, conseguimos escalar los apenas 4 kilómetros (que nos harían pasar de unos 100 m sobre el nivel del mar a 350 aprox) y coronar la cima del Picaio.
La fantástica vista del sitio, así como un reponedor mini almuerzo, nos permitieron recuperar el aliento y proseguir con energía la ruta, camino a nuestro siguiente punto: El Monasterio de Santo Espíritu (donde por cierto, debe haber un sitio estupendo para almorzar decenas de btt’s estaban aparcadas en un bareto poco antes de llegar al Monasterio).
Tras un par de fotos para ilustrar la crónica, dejamos atrás el monasterio y proseguimos siguiendo las huellas del GR-10, las cuales las abandonamos tras unos 2 km para enfilar la última dificultad seria de la jornada, El Pico del Águila.
Supongo que uno no siempre tiene en su memoria todas las rutas que ha hecho, pero la verdad es que se me había olvidado esta incómoda ascensión y los repechones que nos aguardaban en sus 4km de rampas. Sin embargo, el que parecía resucitado y repleto de energía era Motibiker, que dio toda una lección de poderío durante la subida a este pico. Una vez coronado el Pico del Águila, emprendimos la vertiginosa y pedregosa bajada que nos iría aproximando poco a poco a las urbanizaciones de Náquera y finalmente al pueblo.
Es en esos momentos (cuando llevas algo más de 40 Km y todavía te quedan unos 10Km para llegar), cuando el hecho de conocer el camino de vuelta, hace algo más espesa la parte final de cualquier ruta, puesto que hay algún repecho trampa todavía y sabes muy bien que las fuerzas ya flaquean….
Pero bueno, el secreto de cualquier biker es saber sufrir sobre la bici y aunque sea remando o poniendo piñones que no utilizarías en condiciones normales, consigues ir sobrepasando lo kilómetros y divisar cada vez más cercano, el penúltimo punto clave de nuestra jornada, los merenderos de Porta Coeli…
Casi oliendo ya la comida, regresamos a la urbanización Torre Porta Coeli por el camino de la Torreta, donde para nuestra sorpresa volvía a haber un charco de los que el año pasado escribimos líneas y líneas!!!
En nuestras salidas, además de hablar de ti, tambien hablamos de esta gente...
sólo ida?
ResponderEliminarSí Caicu! Solo ida. Se dieron una serie de circunstancias por las que teníamos las bicis en Valencia, podían recogernos en el destino y podíamos dejar las bicis en el destino, para salir el finde que viene por PortaCoeli. Así pues, aprovechamos para hacer algo original.
ResponderEliminarA ver si Pablo me pasa la crónica de la etapa.