Ruta completísima por la variedad de caminos por los que transitamos: pistas, caminos en buen estado, rotos, trialeras rocosas y técnicas de subida y de bajada, y senderos divertidos y rápidos.
La subida a Tristán se hace por pista en buen estado por la Font de la Gota, Berro y Poll. Seguimos por pista hacia Gátova hasta el alto de los Molinos para adentrarnos en el rincón de Juan Leña donde superaremos repechos rotos y disfrutaremos de zonas boscosas.
Por pista seguiremos hacia la Masía de la Hoya para conectar con Pedralbilla por una trialera ciclable en gran parte. Desde ahí a disfrutar bajando por el Barranco de Pedralbilla.
El día amanece con el cielo cubierto y no son nubes, es un denso humo proviniente de los incendios cercanos; del cielo llueve y no son gotas de agua, es ceniza, lo cubre todo y cuesta respirar, lo que hace que dos de los cinco bikers que teníamos intención de pedalear aborten misión. Nos aventuramos los valientes wibikes y un servidor dispuestos a pedalear y disfrutar de cada metro como si fuera la última vez que recorramos estos caminos con una densa nube de humo al frente en cada pedalada, detrás de Gátova, la catástrofe.
Comenzamos desde Porta Coeli donde el humo era denso. Pedaleamos hacia Tristán y optamos por subir por la Font de la Gota para tomar después el desvío a la Font del Berro. De ahí al Poll y seguimos subiendo hasta Tristán. La subida hasta la Masía de Tristán desde Porta Coeli se hace por caminos o pistas, siempre en buen estado y superando algún repecho importante pero en general siempre con pendiente ascendente bastante llevadero para llegar a Tristán ya con 800 metros de desnivel acumulado.
Una vez en Tristán constatamos que pese a la cercanía del foco, el humo nos molesta menos que en la zona baja de Porta Coeli, así que decidimos seguir hacia los Molinos de Gátova. Un largo descenso empalma con una última subida que nos deja casi en los Molinos tras un par de kilómetros de llaneo.
En este punto la estampa es triste y dura. El pueblo de Gátova y detrás de las montañas que lo flanquean la imagen de una intensa y negra masa de humo. Triste estampa que deja entrever la gran catástrofe por los caminos que hace unos meses nos llevaban hacia la Cueva Santa o a Andilla, Alcublas, etc.
Una vez contemplado el panorama y con el corazón sobrecogido retornaremos al origen por el Rincón de Juan Leña, Masía de la Hoya y Barranco de Pedralbilla.
La bajada desde los Molinos de Gátova al Rincón de Juan Leña se hace por camino hormigonado para empalmar con camino en buen estado siempre descendente y enlazar con una serie de trialeras-sendas bastante rotas con fuertes pendientes de subida y de bajada. Cuando la senda llanea la vegetación es bastante cerrada y nos deja algún recado en forma de arañazo. En general el tramo es divertido y variado, además la zona es muy boscosa y se agradece, aunque hoy, con las nubes de humo parecía que estaba anocheciendo y la luz en algunos tramos era bastante nula.
Enlazamos, tras un largo descenso, fácil y ciclable, con el camino que nos lleva a la Masía de la Hoya con el Castillo de Alí-Maino de fondo. El camino está en buen estado y alterna zonas de subida con zonas de bajada, aunque predomina el sentido descendente. Llegaremos así hasta el alto de Olocau donde pasaremos de largo para comenzar un descenso por una senda que nos conectará con la zona del Barranco de Pedralbilla sin pisar asfalto. Esta senda o trialera tiene tramos bastante técnicos y no es ciclable al 100%, pero casi. Yo la primera vez que la hice hace un año andé el 50%, esta vez pude ciclar encima de la bici cerca de un 80%. Germán casi al completo. 
Una vez terminada esta senda-trialera tomaremos una serie de caminos donde se alternan cortos y duros repechos con descensos pronunciados y cortos, de todo menos llanear, hasta que llegamos a tomar un desvío entre la maleza que nos adentra por senda primero y camino después al corazón del Barranco de Pedralbilla por caminos estrechos y llenos de una densa vegetación. Salimos del Barranco y atravesamos la zona de las sendas de la Torre y del Barranco para volver a nuestro punto de destino.
Ruta completísima que tras hacer las delicias de los escaladores nos permitirá disfrutar de zonas divertidas y rápidas, además de técnicas por momentos para compensar y que no todo sea ascender. La compañía de nuevo estuvo a la altura de la ruta, Germán y Sonia en un buenísimo estado de forma cumplieron y disfrutaron de algún que otro nuevo rincón para ellos. Me alegro!
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Enorme crónica... Lástima que yo fuera uno de los que se echó atras :(
ResponderEliminarSaludos amigo.
Gran ruta Moti y una lástima lo del fuego. Estos días estamos todos los amantes del monte muy tristes. Por cierto, tengo que probar el último tramo de la ruta, que desconozco, el que enlaza con el Barranco de Pedralvilla. Saludos.
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