Ruta variadísima que recorre la zona del Rebollar y sube hasta la Aldea Matutano al pie del Pico Tejo. Se recorren caminos hasta la zona del Rebollar donde disfrutamos de sendas rápidas y divertidas para ascender a la Aldea Matutano por pista y descender por un camino rocoso y roto. Volvemos al inicio superando la traca final, un repechón duro y técnico, pero corto, que nos exprime al máximo y nos obliga a no dejar nada en la recámara.
Ruta compartida con MViana, RafaMetalMotilla, Juanan y Juanjo y extraída del blog Rutas y Aventura (gracias por compartir una vez más).
Por fin nos volvíamos a encontrar MViana y yo con un nuevo reto frente a nuestras bicis. La mañana prometía ser fría, los 3ºC que marcaban el coche a las 8:30h de la mañana así lo presagiaban, aunque el sol hizo acto de presencia y al final no fue el día tan frío como pensábamos. La salida la tomamos desde la Estación de Servicio de las Moratillas, en plena A-3.
La ruta se divide en dos partes, la parte sur de la A3, donde alternamos caminos y zonas de senda en parajes boscosos, húmedos y sombríos y la parte norte de la A3, donde se asciende a la Aldea Matutano al pie del Pico Tejo por pista en buen estado y se desciende por camino roto, rocoso y con grandes regueros peligrosos.
El inicio desde la mencionada Estación de Servicio se hace en ascenso hasta llegar a una gran explanada donde se construye actualmente el Centro Penitenciario de Siete Aguas. Desde ahí se buscan zonas boscosas de pinos por caminos en mejor o peor estado pero todos ciclables. Se superan cortísimos repechos que nos van haciendo entran en calor para llegar a la zona del Barranco de los Manzanos, enlazar con la Rambla del Rebollar y, ya a espaldas de El Rebollar (al Sur) ciclar por el Barranco de las Clochas. Empiezan las primeras sendas en esta zona, coincidentes algunas de ellas con la marcha de Requena.
La primera senda de trazada limpia pero con bolos y piedra suelta dan cierto suspense a esta zona. Un par de pasos técnicos que a algunos nos obligan a poner pie a tierra.
Tras esta primera descarga de adrenalina desembocamos en el Barranco del Pocillo a la altura de la Casa de Atrafal donde nos encajonamos en el mencionado Barranco para no abandonarlo hasta llegar a la A3. Es aquí donde comienza la zona más bonita y divertida de la ruta. Una senda casi imperceptible a veces por las hojas secas que cubren la traza que no presenta ninguna dificultad técnica y donde disfrutamos de los lindo. Un par de toboganes con la pared cuasi-vertical que eran más difíciles bajarlos a pie que en la bici, ponen la guinda.
A la altura de Fuente Cuca cruzamos la A3 sorteando charcas de agua para proseguir y conectando ahora con el Barranco Rubio, también zona de senda sombría y con un gran tobogán que nos obligan a darlo todo!
Llegamos así a la Casa de Sancho y poner rumbo a la Aldea Matutano, primero por caminos en buen estado entre viñedos y luego por pista en ascenso hasta la aldea.
El ascenso a la Aldea no es duro, se hace por pista, pero la pendiente hace que cada uno dosifique sus fuerzas como pueda. MViana y Juanan, con unos puntos por encima en la forma física, se descuelgan con facilidad con las primeras rampas, luego llegaremos Juanjo, Rafa y yo, que no dejábamos de debatir sobre tema triviales.
El descenso de la Aldea se las trae. Un camino roto, rocoso y con regueros ponen a prueba a las suspensiones. Los brazos llegan castigados al final, la bajada de la Termomix, como alguno la bautizó. Yo tuve que hacer dos paradas, salida de la cadena de tanto bote y salida de lentilla que gracias a dios cacé al vuelo.
En este punto ponemos rumbo al final del track recorriendo caminos entre viñedos primero y pinares después y compartiendo traza con algunos tramos de la ida. La traca final es una durísima subida con pendiente superior al 15% y bolos de piedra que hacen peligrar nuestro equilibrio sobre la bicicleta. La rampa es dura y más con 41 kms en las piernas. Es una subida donde hay que dar el Extra. FUA!. Son las subidas en las que disfruto, casi parado vas ganando centímetro a centímetro e intentas encajonar la rueda en la trazada correcta, todo esto con el pulsómetro más allá de los límites razonables...
Así coronamos y nos dejamos caer hasta el punto de salida donde compartimos un refrigerio con una agradable conversación.
Ruta variadísima donde encontrarás de todo. Buena mañana de MTB y buena compañía.
Esperemos repetir pronto.
Gran crónica y gran compañía. A ver cuando repetimos!!!
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