La ruta del pasado Viernes 26 la hice aprovechando unos días de vacaciones en Motilla del Palancar. A esta ruta ya le tenía ganas desde la Semana Santa pasada en la que unas tormentas primaverales nos hicieran desistir a Rafa y a mí de tal hazaña.
La ruta esta vez la pulió Pedro (biker consumado en mil batallas) para el disfrute del personal. Se trataba de una eco-ruta (como él mismo dijo) que recorría las reservas naturales de Navodres y Alcol. Inmensas hectáreas de bosques de pinos para nuestro deleite y disfrute. A la ruta nos acompañó Andrés, un biker todo terreno cuya explosiva pedalada se hacía patente en los duros y cortos repechos que tuvimos que lidiar. Además de Pedro, Andrés y yo, el coordinador de la quedada biker fue Jesús Angel, carretero de pro, que últimamente hace sus pinitos sobre la tierra y las piedras y al que se le ve que disfruta como el que más. No dejó de preguntar para poder orientarse y conocerse los caminos sobre los que ciclamos.
La ruta parte de Motilla y busca Almodovar por el lado derecho de la N320. Unos primeros kilómetros por pistas en buen estado hasta la altura de Gabaldón y un par de cruces, nos dejan en un tramito sobre el Río Valdemembra, seco. De ahí comenzamos a rodar por pistas, caminos o sendas desdibujadas sobre el terreno para buscar la torre forestal del Alto de Almodovar. Siempre a la sombra de los pinos transitamos por caminos cuasivirgenes hasta llegar a un tramo donde apenas hay camino para rodar cómodamente y donde además de ésto nos enfrentamos a un repecho de no más de un kilómetro. Es el primer escollo duro de la jornada que solventamos magistralmente.
Ahi cruzamos la carretera y hacemos el primer alto. La ruta promete puesto que excepto el tramo Motilla-Gabaldón, el resto lo hemos hecho al cobijo de pinares, donde una explosión de olores nos acompaña en cada pedalada.
Cruzando la Carretera N320 empieza la zona de Navodres y Alcol y la densidad de los pinos se incrementa más aún si cabe. Transitamos por caminos estrechos, a veces por lo que fueron caminos que se han perdido por el desuso y otras veces por vaguadas de ramblas secas. Transitamos cerca de las Masegosas para llegar a la Fuente del Collado donde hacemos foto de rigor. Nos insertamos de nuevo de lleno en el pinar para buscar la Casita de Alcol por pistas ahora ya en buen estado. Pasada la casita llegamos a la Fuentevieja, inexistente, para volver a rodar por caminos que han desaparecido por el desuso. Haciendo caso omiso a cadenas de prohibido el paso nos adentramos al corazón de Navodres para llegar al Vasillo de Juanes donde hacemos de nuevo la parada del ecuador de la ruta bajo una cruz que parece custodiar el paraje.
Ahí viene una zona divertida entre huertos donde ya se nota la mano del hombre dirección Barchín. Sin llegar a éste nos desvíamos para emprender un ascenso largo pero no duro donde el grupo se fragmenta al imponer Andrés un ritmo endiablado. Yo me pego a su rueda y aprieto el culo para no perder su estela.
Es ahora cuando nos introducimos en el Vallejo Parrilla que enlaza la zona virgen de la que venimos con la Cañada Real y un tramo de la Marcha de Gabaldon. Esta zona es muy agradable, aunque las numerosas ramas fruto de alguna tala de árboles nos mentenían el alerta.
Con ya bastantes kilómetros en nuestras piernas viene el último escollo de la jornada, una dura rampa con piedra muy suelta nos hace dar las últimas energías sobre la bicicleta.
Así cruzamos por encima de las vías del AVE y llegamos a Gabaldón. Parada obligatoria en el caño y para Motilla por caminos. Cuatro porrones de cerveza para los cuatro jinetes de Navodres y calentando ya la I Marcha MTB de nuestro pueblo.
La ruta recorre zonas de gran belleza paisajística, bastantes kilómetros se hacen por caminos abandonados, cosa que agranda más si cabe el disfrute de la ruta.
Gran ruta con una gran compañía.
Gracias por una mañana de AUTÉNTICO MOUNTAIN BIKE!!
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